Opiniones Becas Eurolingua 2015

La experiencia ha sido corta pero intensa, muy intensa. Me llevo un recuero de cada rincón de Dublín, desde el primer día que me perdí, hasta saberme ‘’de pe a pa’’ cada callejón de Dublín en los últimos días.
Dublín sin duda, es una ciudad con un encanto especial, todos los días tiene algo nuevo que enseñarte, a pesar de su loco tiempo, pudiendo pasar de morirte de calor a pelarte de frío en cuestión de segundos. No puedo dejar sin mencionar sus ricos gofres o sus magníficos roscos
No hay mejor forma de aprender un idioma que sumergirse en su cultura, perderse por sus calles, y disfrutar de sus hermosos paisajes. Gracias a Eurolingua, todo esto ha sido posible.

Recuerdo el momento en el que me llegó la noticia de que me habían concedido la beca, saltaba de alegría. Pero lo mejor estaba por llegar. La experiencia vivida en Derry gracias a la beca de Eurolingua ha sido maravillosa, mucho mejor, diría yo, de lo que me imaginaba cuando aún estaba en España, antes de emprender este viaje.

Tim Cahill

Resulta casi imposible poder condensar las vivencias de estas dos semanas en tan solo unas pocas líneas. La verdad es que cuando uno se encuentra ante este tipo de viajes, no sabe realmente que esperarse. Son muchas las incógnitas y pocas las respuestas. De todos modos nunca podría haber intuido aquel tan cercano y a su vez lejano 28 de Julio, lo especiales que estos pocos días iban a resultar.

Continuará…

Cómo resumir todo lo que he pasado en estos días. Al principio, el hecho de obtener la Beca Eurolingua para disfrutar de un curso de inglés de dos semanas en Derry me hizo mucha ilusión, pero he de decir que la experiencia ha superado con creces todas mis expectativas. He podido mejorar mi inglés tanto con las clases como con las actividades y excursiones tan diversas y entretenidas (desde el fútbol gaélico hasta la danza irlandesa). Y es que, no hay mejor forma de aprender inglés que verte obligado a practicarlo de forma cotidiana.

Irlanda, tal vez no existas: tal vez todo sea fachada turística, producto de la imaginación, fruto de un pueblo empeñado en potenciar su identidad. Pero te he vivido en dos semanas con toda mi ilusión disponible y las ganas que he podido echarle. Visitarte era un sueño desde niño, y ahora por fin he podido añadir a mi diario una experiencia de cine: he visto los acantilados de La princesa prometida, las celdas de En el nombre del padre, los parajes donde John Wayne enamoró a Maureen O’Hara. Por ver, he disfrutado hasta de una sesión privada para los alumnos de Regreso al futuro.

Después de disfrutar de mi estancia en Dublín, sólo tengo palabras de agradecimiento. Gracias por permitir que jóvenes como yo, con pocos recursos, tengamos la oportunidad de conocer Irlanda y aprender inglés durante dos semanas. Viajando es como más aprendemos, y es una suerte que todavía existan estas becas, tras eliminarse los cursos de verano en el extranjero del ministerio.

Nunca olvidaré estos 14 días.

Dublín, ¿qué puedo decir? Una ciudad bulliciosa y ajetreada que, sin embargo, te recibe con los brazos abiertos y siempre tiene algo nuevo que ofrecer (incluso lluvia en pleno mes de agosto). Me gustaría invitar a los futuros becados a perderse, a lanzarse a descubrir y disfrutar de las pequeñas cosas que te ofrece la ciudad: se trata de vivir la experiencia, de aprovechar cada segundo y no dejarse nada por ver, aunque siempre te quedas con ganas de más.

Muchas veces las palabras se quedan cortas a la hora de describir, más que un simple viaje, el sentimiento que te evoca el recordar todos los momentos vividos. Tengo la certeza de que, si tenéis la suerte que tuve yo cuando me eligieron, me comprenderéis mucho mejor. Espero que en el futuro se me presenten otras muchas oportunidades como esta, tengo ganas de vivir nuevas experiencias, de disfrutar y demostrar todo lo que valgo.